CATOLICOS
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Lisandro
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Conociendo el Credo Empty Conociendo el Credo

Mar Feb 01, 2022 7:52 pm
Quien dice "Yo creo", dice "Yo me adhiero a lo que nosotros creemos". La comunión en la fe necesita un lenguaje común de la fe, normativo para todos y que nos una en la misma confesión de fe (CIC - Catecismo de la Iglesia Católica 185).

El Credo se divide en tres partes (CIC 190):
1- Sobre el Padre y la obra admirable de la creación;
2- Sobre Jesús y el Misterio de la Redención de los hombres; y
3- Sobre el Espíritu Santo, fuente y principio de nuestra santificación.

El Credo

Creo en Dios,
Porque los más importante de todo es creer en Dios. Creo en un solo Dios, vivo, presente, misericordioso y clemente. Dios, "El que es", es verdad y amor.

Padre
Dios es origen primero de todo y autoridad transcendente; y es al mismo tiempo bondad y solicitud amorosa para todos sus hijos.

Todopoderoso,
Dios, que ha creado todo, rige todo y lo puede todo, es omnipotente. Omnipotente, omnipresente y omnisciente.

Creador
"En el principio, Dios creó el cielo y la tierra" (Gn 1,1), con estas palabras solemnes comienza la Sagrada Escritura. Dios crea libremente "de la nada". Dios es infinitamente más grande que todas sus obras y está presente en lo más íntimo de sus criaturas.

Del cielo y de la tierra.
De todo lo visible y lo invisible, todo lo que existe. La tierra es el mundo de los hombres y el cielo es el lugar propio de Dios y de las criaturas espirituales.

Creo en Jesús
Jesús quiere decir en hebreo: "Dios salva". Todo lo que piden al Padre en su Nombre, Él se lo concede (Jn 15, 16).

Cristo,
Cristo del griego "ungido", como del hebreo "mesías". Porque Él cumple perfectamente la misión divina como sacerdote, profeta y rey.

Su único Hijo,
Filiación divina de Jesús, afirma su preexistencia eterna. Los apóstoles confesaron ver su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.

Nuestro Señor,
Señor es el nombre más habitual para designar la divinidad misma del Dios de Israel. El Nuevo Testamento utiliza en este sentido para Jesús, reconociéndolo como Dios.

Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
El Espíritu Santo fue enviado para santificar el seno de la Virgen María y fecundarla por obra divina, él que es "el Señor que da la vida", haciendo que ella conciba al Hijo eterno del Padre en una humanidad tomada de la suya.

Nació de Santa María Virgen,
Dios la ha elegido antes de la creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor.

Padeció bajo el poder de Poncio Pilato
Fue reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que lo entregaron a los gentiles, para burlarse de él, azotarle y crucificarle. Toda la vida de Cristo expresa su misión: Servir y dar su vida en rescate por muchos.

Fue crucificado,
El Sanedrín declaró a Jesús reo de muerte como blasfemo, pero, habiendo perdido el derecho a condenar a muerte, entregó a Jesús a los romanos acusándole de revuelta política. Son también las amenazas políticas las que los sumos sacerdotes ejercen sobre Pilato para que éste condene a muerte a Jesús. Los pecadores exponen a la infamia pública y crucifican a Jesús.

Muerto y sepultado,
Dios dispuso que su Hijo muriese por nuestros pecados y conociera el estado de muerte, el estado de separación entre su alma y su cuerpo, durante el tiempo comprendido entre el momento que expiró en la Cruz y resucitó. El gran reposo sabático de Dios después de realizar la salvación de los hombres, que establece en la paz el universo entero.

Descendió a los infiernos,
Jesús resucitó de entre los muertos. Cuando descendió a los infiernos Jesús liberó a los justos que le habían precedido y anunció la Buena Nueva.

Al tercer día resucitó de entre los muertos,
Cristo ha resucitado de los muertos, vencido a la muerte, y a los muertos ha dado la vida. Aparece a María Magdalena y las santas mujeres, a Pedro, después a los Doce, y a muchos más.

Subió a los cielos
La ascensión de Cristo marca la entrada definitiva de la humanidad de Jesús en el dominio celeste de Dios

Y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Por derecha del Padre entendemos la gloria y el honor de la divinidad, donde el que existía como Hijo de Dios antes de todos los siglos como Dios y consubstancial al Padre, está sentado corporalmente después de que se encarnó y de que su carne fue glorificada.

Desde allí ha de venir a
Desde la Ascensión, el advenimiento de Cristo en la gloria es inminente aun cuando a nosotros no nos toca conocer el tiempo y el momento que ha fijado el Padre con su autoridad.

Juzgar a vivos y muertos.
Cristo es Señor de la vida eterna. El pleno derecho de juzgar definitivamente las obras y los corazones de los hombres pertenece a Cristo como Redentor del mundo.

Creo en el Espíritu Santo,
El Soplo de Dios, el Espíritu divino. Es el Paráclito, Consolador y el Espíritu de Verdad. El Espíritu Santo prepara a los hombres, para atraerlos hacia Cristo. Les hace presente el misterio de Cristo, sobre todo en la Eucaristía para reconciliarlos, para conducirlos a la comunión con Dios, para que den mucho fruto.

La Santa Iglesia Católica,
Siendo el Espíritu Santo la fuente y el dador de toda santidad, ahora decimos que es Él quien ha dotado de santidad a la Iglesia. Cuando el Hijo terminó la obra que el Padre le encargó realizar en la tierra, fue enviado el Espíritu Santo el día de Pentecostés para que santificara continuamente a la Iglesia.

La comunión de los santos,
La Iglesia es la asamblea de todos los santos. Como esta Iglesia está gobernada por un solo y mismo Espíritu, todos los bienes que ella ha recibido forman necesariamente un fondo común.

El perdón de los pecados,
Cristo resucitado confió a los Apóstoles el poder de perdonar los pecados cuando les dio el Espíritu Santo.

La resurrección de la carne
En la resurrección Dios devolverá la vida incorruptible a nuestro cuerpo transformado reuniéndolo con nuestra alma, todos nosotros resucitaremos en el último día.

Y la vida eterna.
El cristiano que une su propia muerte a la de Jesús ve la muerte como una ida hacia Él y la entrada en la vida eterna.

Amén.
Como la Sagrada Escritura termina con la palabra hebrea Amen. Significa “así sea”, con el sentido de que deseamos que se cumpla lo dicho. El Amén final del Credo recoge y confirma su primera palabra: "Creo". Creer es decir Amén a las palabras de Dios, es fiarse totalmente de Él.

Con excepción de las dos secciones subrayadas, la mayor parte del texto proviene del Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) 198-1065, documento que todos debemos leer:
https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
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